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domingo, 7 de marzo de 2010

Vianne d'Praux - Arequipa, Perú

Leves requerimientos

Realmente soy de esas personas
que necesitan pocas cosas;

Tal vez,
Una habitación donde sembrar las penas
que ya por millares
sostengo entre parpados cansados,

para luego desordenarlas en el piso
que parece abrir sus fauces
ávido de florecerles más espinas.

-No olvidar las sábanas con hilos de noche
para cubrirme de la lluvia de meteoritos
que amenaza con ser la melodía
que cante, hasta que la mañana impertinente
decida dar paso a sus instintos.

También
he de necesitar
algún armario de una sola salida
donde contener la cordura de lunes a sábado
hasta que sea momento exacto
de desatarme la coherencia en pasos furtivos.

-Y oír en medio de la selva en mis ropajes
alguna canción que la radio ensimismada
susurre como queriendo
sonar deshaciéndose sin al menos ser oída.

-Todo al lado de esa típica ventana
que dibuja paisajes inexactos
según la estación ajena en sentimientos
que salga a caminar entre desdichas.

Y es que quisiera
también otras cosas, mis superfluas vanidades:

algunos vasos donde hablar con el licor
de esas cosas que ni las paredes
deben guardar en sus oídos de granito,
algunos cubiertos para comer
de esos vacios platos

la cantidad exacta de nostalgia
que debe haber en cada ya sobrante comida.

y quizás,
y sólo quizás
alguna piel de desértico color
protegiendo nuestra cama de aerolitos
y de aquellas serpientes aladas
que desgaja la misma soledad
cuando mis brazos no la toman
para herirnos entre besos.

Porque si está él
con su torso hecho cielo
en el mundo alterno
de esas cosas que sé y necesito,

Quizás, y sólo quizás
no necesite ya ninguna cosa más.

Sí, soy de esas personas que necesitan
pocas cosas realmente

- a él, a él, y a él, nada más -

Dudas e in-certeza

Llegas
con mariposas muertas en el bolsillo
y un basta ya entre los labios
que ha aguardado desde esta mañana
para tocar al cemento de realidad que tapizan

/Tus palabras/
/ mis voz de nudos inconexos /

Mientras
/ llueve /
deshaciendo los límites y manos
dibujados entre las riberas de esta cama
/que va durmiendo/
arrullada, con esas discusiones de piernas cortas
que corren anunciando
que yo no sé compartirte
ni tú sabes tallarles límites a esas voces
que hablan de vibras de polvo,
con presunciones de plásticos latidos
menos dolorosos y menos conmigo
/olvídalos, ol-ví-da-las/

Mírame
con esos ojos de niño ausente
que busca una única respuesta a el mundo,
contando con sus dedos
los ayeres que quema
los presentes que no entiende
y los mañanas que espera;
/ Mí - ra -me /
y dime con voz de silencio
las gotas que aguarda esta piel arrepentida,
sobre este amor
que no sabe de esperas de sol, tiempos de miedo
so lágrimas pendientes ocultas en despensas;
/ Dí- me- lo /
en este ahora de dudas emparedadas
donde yo aún espero tus señales
con las flores de la certeza entre el cabello
y el corazón hecho temor entre los labios,

aguardando aquel
/ solamente a ti te amo /
entre la fría garúa de dagas de esta tarde
sentada en la vereda.