Giuliana Llamoja – Lima, Perú
La que soy
Soy la que guarda una gota de melancolía
Entre sábanas de colores
La que disfraza el frío serrano, lo anida
Salen pájaros de carne y pico
Soy la que guarda la mirada husmeante y gibosa.
Mi desnudez de agua es una casa sin puertas
Un paisaje sin cielo un cielo sin azu un cielo no cielo
Soy la que no soy y desea ser.
He tirado un par de monedas tristonas en tu boca y se han vuelto burbujas.
La burbuja aletargada. La mujer desnuda. El cuarto vacío. Una taza de leche.
La mustia Rita de Junco y capulí de Vallejo. La NO/NATA.
Un bálsamo sin fondo sostenido en el túnel de lo cotidiano
El eclipse al unísono de lo que se está aún por hacer.
ERES EL TIEMPO
La que soy
Soy la que guarda una gota de melancolía
Entre sábanas de colores
La que disfraza el frío serrano, lo anida
Salen pájaros de carne y pico
Soy la que guarda la mirada husmeante y gibosa.
Mi desnudez de agua es una casa sin puertas
Un paisaje sin cielo un cielo sin azu un cielo no cielo
Soy la que no soy y desea ser.
He tirado un par de monedas tristonas en tu boca y se han vuelto burbujas.
La burbuja aletargada. La mujer desnuda. El cuarto vacío. Una taza de leche.
La mustia Rita de Junco y capulí de Vallejo. La NO/NATA.
Un bálsamo sin fondo sostenido en el túnel de lo cotidiano
El eclipse al unísono de lo que se está aún por hacer.
ERES EL TIEMPO
Te hablo con el sol
con las calles vacías y con las tardes solitarias;
te hablo, como aquella que no conoce
sino el escándalo de tus ojos incandescentes.
Mi amor es un accidente climatológico,
una tórrida estación de verano
que calcina los bosques y desnuda el paisaje de tu piel.
Tus numerosos rostros son las estaciones de un año completo
y el tiempo se detiene cuando duermes
o cabeceas sobre mi ombligo
como estrella agitada por los destellos de la vía láctea